Apareció en los boxes de Las Termas enfundado en una campera con referencias a la mítica carrera de la Isla de Man, que dijo haber recibido como regalo del piloto David Peredes. Pero lo que más llamó la atención de Daniel Arturo Arcas fue su identificación con el italiano Valentino Rossi, al punto prácticamente de la devoción: gorrita, anteojos, remera y un tatuaje, con el célebre N°46 que identifica a "Il Dottore".
"Llegué a Las Termas en colectivo. No pude venir en mi moto, una Yamaha R1, porque la nafta que usa es especial y no hay muchas estaciones de servicio que la vendan. Igual, todo bien" señaló el fanático oriundo de Monte Grande, en Buenos Aires.
El gestor de automotores de 53 años no vive en soledad su pasión. "Junto con mi esposa me hice fanático de Valentino. Hasta mi mamá lo sigue. Y al tatuaje me lo hice hacer yo, mi esposa y mi hija", confiesa.
Mientras las promotoras se sacan fotos con él y otros fanáticos de las motos lo saludan, Daniel sigue con su relato. "Soy de ponerme frente al televisor a vivir las carreras de Valentino a mil. Aliento, lloro, puteo, me alegro, me deprimo. Yo digo que 'El Tano' Pasman aprendió de mí"" dijo, con mucha picardía. Y agrega: "cuando a Valentino no le va bien, me siento mal. Y cuando gana, saco la moto y voy a disfrutar la vida".
Arcas dijo que nunca lo vio a su ídolo correr en vivo. Que una vez quiso ir a Brasil, pero que a carrera se suspendió. Por eso, ya piensa en grande para 2014. "Será mi primera vez. Pienso venirme 15 días antes a Las Termas para hacerle el aguante".
Se le pregunta qué le diría a Rossi si lo tuviera al frente. "Que es un maestro, un ídolo, la razón de la felicidad de mucha gente en el mundo, incluidos aquellos que se ven beneficiados por su fundación", cierra.